viernes, 17 de julio de 2015

Nico, lo tienes jodido

Otamendi
Ya lo comenté hace dos semanas, en el pequeño homenaje que me permití el lujo de hacerle a Amadeo Salvo poco después de su despedida; este hombre me conquistó como Presidente el día que dijo que el club no tenía intención de vender a Soldado, y que "ahora" el jugador que quisiera irse unilateralmente tendría que pagar su cláusula sin más. Que el Valencia ya no sería vendedor. Que las cosas habían cambiado y que quien tomara a este club como un cambalache se iría con el rabo entre las piernas. Fue así. Tal cual. 

Es nueva filosofía de club desde 2013. Adiós a las ventas de saldo, con (vete tú a saber cuántas) comisiones entre amigotes bajo cuerda, de estómagos agradecidos y extintos corruptos vividores del Valencia. Eso se acabó, afortunadamente. Y aunque algunos se empeñen en negar el pan y la sal (precisamente interesados personajes en seguir chupando del bote), cosas como ésta son las que a día de hoy hacen que nuestro VCF sea un club un poco más sano y liberado de ratas y buitres. Es por ello que me molesta sobremanera estos periodistas, que más que ello son opinadores públicos que aprovechan micros de radio y cámaras de TV para decir nosécuántas sandeces, y revivir y avivar polémicas caducas y sin sentido. El exceso de tinta al final acaba empapando el papel, y se rompe. 

Porque no es de recibo que sigamos buscando la incógnita de si Otamendi valdrá o no los 50 millones para que pueda salir. Lo dejó bien claro Salvo a su llegada a Estados Unidos, en su nombre, en el del Consejo de Administración y en el propio nombre de Lim. Y no contentos con eso, algunos aún lo preguntaban en la rueda de prensa, con una clara, tajante y contundente respuesta de la (ahora completamente) Presidenta: "Fifty millions". ¿No es suficiente para tener claro que este jugador no se quiere vender, y que como tal la política del club es exigir hasta el último céntimo de su cláusula de rescisión tal cual marca su contrato, que firmó aceptando el jugador? Ya será momento de cuestionar si cumplen o no en el momento de que se actúe de una manera u otra, pero mientras no se vaya el jugador la cosa está clara para mí: la palabra en su día de Salvo o la actual de Layhoon son más que suficientes para creer que no nos bajaremos del burro y el precio es innegociable. 

Y hablando del contratos se me viene a la cabeza el "zasca" de D. Amadeo desde USA al agente, (que no eligió otro sitio para soltarlas que donde los del micro amarillo; qué casualidad) y que le vino a decir que infravalorar a su propio cliente no era una buena estrategia. Efectivamente, los 50 millones están firmados con su conformidad, y si realmente piensa que están fuera de mercado: 1-que no lo hubiera firmado, 2-su jugador no es tan valioso y no estará tan en condición de exigir. Podríamos dar muchas vueltas al análisis de lo que fue aquella noche de "raje" del Sr. López, pero al final lo que cuenta es que su representado ha manifestado públicamente en dos ocasiones que se quiere ir (condición impuesta por el Valencia) y ahora solo falta que traiga la cantidad indicada por contrato. 

Si te pones a mirar la temporada de Nicolás es incuestionablemente de sobresaliente. Dimos la razón a todos aquellos que en enero de 2014 decían haberle visto jugar y afirmaban que habíamos fichado a un Ayala en toda regla; fuerte, contundente, aguerrido, con carácter, peleón, incluso con gol. Casi diría sin dudar que fue el gran fichaje para la 14-15 (independientemente de cuánto costó y de quién iba a pagarlo). El futbolista de mayor rendimiento de toda la plantilla. La causa, o causas, que hayan hecho desear irse se me escapan sin mirar a lo meramente económico, algo que se me hace demasiado trivial para este caso. Quizás se consideró menospreciado cuando no pudo venir a principios del año pasado, por el problema del pasaporte no comunitario. De ser así supongo que su idea sería desde un principio el venir, rendir bien, y ganarse una buena oferta para salir. Ni idea. Me niego a pensar que simplemente una cuestión salarial hace que ni siquiera quiera pisar la ciudad de vuelta. 

En todo caso la situación es muy clara, por lo menos para mí. Él se quiere ir, está claro, y solo por ello ya merecería desprecio eterno. Pero considero que aun no hemos llegado a ese umbral de odio irremediable, y se puede llegar a una reconciliación que, desde mi punto de vista, no dejaría de ser beneficioso para el Valencia. No nos engañemos y nos ceguemos por el rencor; Otamendi es un jugador de gran valor dentro del equipo, fundamental para Nuno, y que aún estamos a tiempo de recuperar. Y no hay más que acordarnos del caso Ayala, tantas veces clamando al cielo por su prometido aumento de sueldo y que nunca llegaba, hasta que llegó a amenazar con declararse en rebeldía para salir y poder fichar por el Real Madrid (¡el Real Madrid!). Al final todo quedó en nada y Fabian ganó Liga y Uefa en 2004 con nosotros. Todos contentos y felices. 

Si es cuestión de dinero, nos sentamos y lo intentamos arreglar. Si es cuestión de que la persona no es feliz en Valencia, tiene problemas de deudas con la mafia o de relaciones personales y/o sentimentales (lío de faldas, vamos), pues que lo diga y se acabó. De en lo que todos estamos de acuerdo es que las formas no han sido las idóneas como para que después no tenga más remedio que quedarse. Si finalmente nadie viene a pagar los 50 millones y el jugador insiste en querer marchar y se niega a entrenar/jugar, debe chupar banquillo. Es más, aplicaría castigo ejemplar. Para los partidos en Mestalla, los no convocados están obligados asistir (excepto aquellos lesionados que estén en periodo ineludible de reposo), pero para las salidas solo viajan los convocados. Yo a Otamendi le convocaba, sí o sí, siempre, llevando a uno más de los permitidos, para así siempre poder hacer un descarte. Él. 

¿No quieres jugar?, tranquilo. No jugarás. Pero no será de rositas. El respeto al escudo del club que (todavía) le paga debe ser innegociable. Por todos y cada uno de los empleados del Valencia CF, pero de los jugadores más aún, ya que son la máxima representación pública e imagen directa de esta institución. Y así todo yo confío en arreglar las cosas para que se quede, porque sigo pensando que (a día de hoy) lo mejor para nosotros es que se quede en Valencia, y porque (para qué negarlo) es muy complicado que alguien venga con 50 kilos para pagar su libertad. Es mucha pasta. Así que, Nico, colega, lo tienes jodido.

Óscar
@HinchaVCF

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