domingo, 6 de septiembre de 2015

Nuno y los objetivos

Nayra
Señalado; no hay duda de que los tiempos que corren lo hacen cada vez más a contracorriente para Nuno. Culpabilizado; las posibles irreconciliables discrepancias entre la dupla Salvo/Rufete y el técnico han desencadenado en una marea que responsabiliza a éste último del divorcio definitivo y la marcha de ese tandem tan cercano y afín para la afición. Atacado; la grada comienza a disparar sin titubeos ni timidez contra las decisiones deportivas que se toman sobre la marcha en el cesped. Desprotegido; públicamente no habrá mejor techo protector que lo que podía ofrecer en voz del Ex-Presidente o su grupo. Ahora "solo" le queda la propia de Lim (que no es poca) y los resultados meramente deportivos. Y todo esto es así, que no quiere decir que yo lo defienda o lo deje de defender. Toca matizar. Es posible que éste sea mi artículo menos...populista.

Que Nuno es blanco de diana es un hecho irrefutable, y desde pocos días antes de la marcha de Amadeo. Desconozco feacientemente hasta qué punto las desaveniencias de uno y otro bando conformaron la ruptura final, y quien es el culpable. De preguntarme, yo habría elegido a Salvo 20 años más como máximo mandatario del club, y Nuno alcanzando objetivos y éxitos con nuestro Valencia en esas dos décadas. Juntos. En la rueda de prensa de despedida ya se aseguró de dejar claro que "discrpeancias" las había como en cualquier empresa, dando un tono de naturalidad y alejando cualquier opción a interpretar polémica. Quizás eran palabras pactadas, o simplemente contaba una verdad tan sincera como cotidiana en el mundo profesional. Al final, solo adelantaba unos meses su marcha. Salvo eso ya lo avisaba. Había caducidad, innegociable, y nunca le quisimos creer.

Pero en el ambiente ha quedado el tufillo de que Nuno iba de trepa sin importarle a quien dejar por el camino. Y eso provoca que ahora la gente le culpe de no disponer ya del que para muchos ha sido el mejor Presidente de la historia del VCF. El sentir patente de que Salvo se fue, en parte, por no estar de acuerdo en la manera de operar de Nuno y querer hacerse con las riendas deportivas del club a toda costa. Y ese sentir se manifiesta ya en los partidos, mientras antes se aguardaba en silencio el devenir de los acontecimientos, porque al fin y al cabo (verdad verdadera) el equipo iba sacando buenos resultados y se posicionaba arriba, cumpliendo con el objetivo propuesto de quedar cuartos. A pesar de no tener un juego vistoso. Como ahora. Antes se callaba, ahora no.

El ataque en forma de ruidosa pitada, abiertamente declarada el día del Deportivo con el cambio de Negredo-Alcacer, deja claro a Nuno, por si tenía alguna duda o esperanza de que no fuera así, que es el blanco de la incomprensión por lo escrito y comentado en medios en estos últimos meses. Porque todo queda en eso: el público solo puede saber por lo que le cuentan en la prensa. Si no estás dentro no puedes saber (con certeza) lo que pasa dentro, y caes en la especulación, te guste o no. En el exterior no hay razón que te pueda asistir. Pero desde el día de la presentación el ataque es tan ligero como visible y Nuno ya ha tenido que decir en varias comparecencias que trabajará para cambiar los pitos por aplausos. De esto yo solo veo una manera de conseguirlo.

Bendito balón mesando las mallas de la meta rival. Que el equipo vaya ganando, se afiance y consolide en lo alto de la clasificación, y sobre todo que compita. No hay mayor satisfacción para el valencianista que ver cómo su equipo compite, sea cual sea el resultado. Y como muestra, el 3-4 contra el Barça en el 93. Da igual el rival y el resultado, la mayor de nuestras victorias será siempre el sentirnos orgullosos de nuestro equipo peleando, sin complejos. Y creo que Nuno eso lo ha conseguido en (casi) toda la temporada pasada, recuperando un valor deportivo perdido durante años en Mestalla. Siempre obviando tropiezos, en forma de accidente puntual, como Coruña o Málaga, por ejemplo.

Pero aparte de la pelota, Nuno tendrá otro aliado, y ése se me antoja más fiel y seguro que el del azar de los resultados, que al fin y al cabo también dependerán del nivel de los rivales (que no se nos olvide nunca que es contra ellos contra los que nos jugamos la paella cada partido). El dueño, el que le trajo aquí, el que mandó quitar a Pizzi para traer a su entrenador de confianza, con el que cree que hay que materializar su deseo de triunfos. Y si Nuno es el entrenador de Lim, y Lim será dueño para rato, queda claro que Nuno será nuestro entrenador para rato (salvo adulterio de uno o del otro, improbable a día de hoy). Y más si esos poderes deseados por el portugués fueron concedidos tras lo de Almería. Quizás ya estaban de antes, pero no se manifestaron (o filtraron) hasta junio.

Sea como fuere, tengo que decir que estoy de acuerdo ahora en una figura de Entrenador-Manager igual que lo estaba hace once años cuando Benítez pedía eso mismo para renovar después del doblete, y Llorente no lo aceptó. Me parece perfecta la idea de control absoluto de plantilla, fichajes y renovaciones, con presupuesto a su disposición y de disponer de la (pen)última palabra (siempre después va la de Lim) para ejecutar las decisiones tomadas, siempre y cuando tengas un buen equipo a tu alrededor para asesorarte y a quien delegar funciones que no te distraigan en el día a día deportivo. La idea me parece buena y por lo que se ve, en todos los estamentos, el club se va moldeando y dando forma al gusto de Peter. No pretenderíamos que viniera alguien a soltar la pasta sin que pudiera hacer y deshacer a su antojo. 

No entraré (casi) nunca a cuestionar alineaciones. De antemano todas me parecen suficientemente buenas para competir, pero determinar si una posición está mejor o peor cubierta por uno u otro jugador me parece tan dispar, si entramos todos al trapo y sacamos el entrenador que llevamos dentro, que prefiero simplemente confiar en el trabajo de la semana y el porqué se llega a esa formación y no a otra. El nivel es bueno. Solo en el caso de Parejo suelo tener la discordia a flor de piel. A estas alturas no lo puedo evitar. Sin embargo discrepar por tener uno o dos delanteros abre un melón tan grande como empezar a debatir en jugar por fuera o por dentro, con extremos o interiores, media punta o sin él, tres centrales o línea de cuatro... Nuno no va a explicar, en abierto, el porqué de sus decisiones. Daría ventaja a los rivales.

Que nadie se tire de los pelos por no escuchar el discursito de "luchar por todo", porque no se lo cree nadie. Este Valencia se está diseñando a medio plazo, con juventud, hambre y ganas de conseguir lo máximo partiendo desde cero. Mi apuesta sería mejorar la cuarta plaza en liga del año pasado (superar al Atleti), llegar lejos en Champions (pasar la liguilla...llegar a la añorada final...), y tomarse (muy) en serio la Copa.
A Nuno solo le ha faltado enriquecer el discurso del objetivo con un "sin renunciar a nada". Que la lucha por todo sea de los dos transatlánticos es normal, a día de hoy y mientras no cambien muchas de las cosas (y personas) que mandan y gobiernan en nuestro fútbol moderno. Y que estamos en ese grupo de perseguidores es un hecho. Hace doce meses no lo estábamos, por lo que algún peldaño hemos subido.

Óscar
@HinchaVCF

No hay comentarios:

Publicar un comentario